Un proyecto cuyo origen se encuentra en la búsqueda de un confort meticuloso y equilibrado, sobrio pero con un toque de exageración. Gentry habla de tradición, distinción y pertenencia, pero es lo suficientemente valiente como para burlarse de las connotaciones negativas de "burgués". Por encima de todo, el sofá transmite una forma de ser, un enfoque sensible para encontrar el equilibrio adecuado entre disciplina y libertad. Los grandes cojines independientes del asiento y el respaldo hacen que el sofá sea cómodo cuando el usuario se sienta correctamente, pero también es ideal para holgazanear y olvidarse de las "buenas maneras".
Espuma de poliuretano inyectada ignífuga y fibra de poliéster sobre estructura interna de acero. La base es de tubo de acero con acabado de pintura en polvo cromada o de acero barnizado. Los cojines del asiento son de pluma de ganso sobre espuma de poliuretano. El respaldo, los reposabrazos y los cojines opcionales son de pluma de ganso.
Disponible en piel o tela.